Finalmente el CENCOR hizo público su palmarés. En cuatro días estuvimos en Sol con los Yay@flautas; nos emocionamos con Mamá y comprobamos dónde el trigo crece más alto; vimos cortometrajes, premiamos y disfrutamos de la música de Javier Batanero.
Es de agradecer que el público fuera creciendo en cantidad y complicidad, además de asumir el reto de seleccionar el mejor corto y que a las valoraciones de un Jurado que se lo curró, se sumaran risas, aplausos y otras evidentes muestras de coincidencia y gusto de los espectadores con lo que se proyectaba.
Y hubo ocasión para valorar las pelis por el atractivo y buen trabajo de sus intérpretes, por la arquitectura de sus guiones, por la buena dirección del conjunto, por el humor y el drama de sus historias bien contadas. Aunque el premio mayor es compartir la magia de una sala de cine con estos peliculeros que de forma tan espectacular nos retratan en tan diversas circunstancias.
Que siga el cine ofreciéndonos artísticas visiones e identidades verosímiles que nos aseguran la condición humana.
Estos han sido nuestros ganadores:
